El arte de contemplarte a ti mismo

Por qué dejar de juzgarte y empezar a observarte puede cambiar tu vida

Fact-based news without bias awaits. Make 1440 your choice today.

Overwhelmed by biased news? Cut through the clutter and get straight facts with your daily 1440 digest. From politics to sports, join millions who start their day informed.

Hola pensadora contraria, pensador contrario.

¿Hace cuánto no te contemplas? No hablo de criticarte en el espejo ni de revisar tus pendientes, sino de mirarte de verdad, con atención y sin juicio. Vivimos obsesionados con cumplir, producir y demostrar.

Nos autoevaluamos como si fuéramos máquinas de rendimiento. Pero la autocontemplación es otra cosa: es el acto de mirarnos como seres humanos en construcción, reconociendo tanto nuestros logros como nuestras sombras.

El arte olvidado de la autocontemplación

Vivimos en un mundo que nos exige sin descanso: resultados, productividad, metas alcanzadas. Nos enseñaron a medirnos con evaluaciones, notas, comparaciones y exigencias. Pero pocas veces nos enseñaron a contemplarnos.

La autocontemplación no es lo mismo que autoevaluación. Evaluarnos es preguntarnos si cumplimos o no, si alcanzamos o no. Contemplarnos es algo mucho más humano: es mirarnos como si fuéramos una obra de arte, detenernos a reconocer nuestros matices, nuestros avances y también nuestras heridas.

Cuando la exigencia se vuelve un látigo

Muchos hemos crecido en entornos rígidos donde el error no se perdonaba. Eso nos hizo responsables, sí, pero también nos hizo duros con nosotros mismos. En esa carrera por “ser mejores”, olvidamos detenernos a reconocer lo que ya hemos logrado.

La consecuencia: vivimos como si la meta siempre estuviera demasiado lejos, como si nunca fuese suficiente.

El verdadero éxito: disfrutar el proceso

El doctor Lair Ribeiro decía: “Si la vida es tan larga, ¿para qué cargar con tanto equipaje?”. Y es que el éxito no está en la meta final, sino en disfrutar del camino hacia ella.

La autocontemplación nos ayuda a reconocer nuestras micro victorias, esos pequeños pasos que, aunque no parezcan grandes logros, construyen la vida que soñamos.

Practicar la compasión contigo mismo

La palabra clave aquí es compasión. No se trata de victimizarnos, sino de aprender a tratarnos con la misma empatía con la que tratamos a quienes amamos.

La autocontemplación se convierte en un espacio para decirnos:

✔️ Lo estoy intentando.
✔️ He avanzado más de lo que creo.
✔️ Merezco reconocerme antes de esperar que alguien más lo haga.

Cómo comenzar hoy

  • Detente: aunque sea 10 minutos al día, desconéctate del ruido y obsérvate.

  • Escribe: llevar un diario te permite contemplar lo que piensas y sientes más allá del trabajo o las metas.

  • Celebra lo simple: ponerte tu perfume favorito, cocinarte algo rico o salir a caminar también son formas de autocontemplación.

  • No te compares: cada vida tiene su propio ritmo. Tu proceso no tiene que parecerse al de nadie más.

La autocontemplación es un arte porque requiere práctica, paciencia y sensibilidad. Pero cuando la cultivamos, descubrimos que no somos tan “imperfectos” como pensamos. Somos seres en construcción, y merecemos contemplarnos en ese proceso.

Recuerda: puedes ver el episodio completo en nuestro canal de YouTube Pensamientos Contrarios y seguir la conversación en nuestras redes.

7 días de autocontemplación sin comparación

  • Día 1–2: Diario 3–2–1 cada noche.

  • Día 3: Cierra un micropendiente de <15 minutos que llevas pateando.

  • Día 4: Conversación incómoda breve (mensaje/llamada) usando esta plantilla: “Esto me importa, por eso propongo…”

  • Día 5: Limpieza digital (deja de seguir 10 cuentas que disparan comparación).

  • Día 6: Revisión de metas → traduce 1 meta grande en 5 micropasos.

  • Día 7: Ritual de gratitud contigo (escribe una carta breve “de mí para mí”).

  • Prácticas guiadas

    • Meditaciones de coherencia cardíaca (búsqueda: “heart coherence breathing 5 min”).

    • Técnica Box Breathing 4–4–4–4 para reset corto.

La autocontemplación no te vuelve complaciente; te vuelve efectivo. Cuando dejas de gastar energía en castigarte, la inviertes en construir. Ese es el switch: del juicio al ajuste, de la culpa a la acción, de la comparación a tu propio compás.

Esta semana mírate con honestidad, trátate con respeto y actúa con precisión. Si sostienes ese triángulo, las metas llegan… y te encuentran presente.

Tu participación es clave

Recuerda que tenemos una cita en todas mis redes sociales, en mi canal de YouTube todos los domingos a las 6:30 p. m., y si todavía no has comprado mi libro La mediocridad está en oferta, ¿vas a seguir comprando?, hazlo hoy mismo en Amazon.

Edgady Aponte.