El eco que paga tus cuentas

Si tu boca proclama escasez, tu cartera la obedece.

Your boss will think you’re a genius

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Hola pensadora contraria, pensador contrario.

Cuando te escuchas decir “estoy pelando”, “nunca hay suficiente” o “el dinero se me va como agua”, no estás describiendo la realidad: la estás programando. Las palabras son órdenes directas a tu mente (y al Universo, si así lo prefieres).

Hoy desmontamos el vocabulario que financia tu drama… y diseñamos el que financia tu libertad.

Gramática de la Abundancia: del “no me alcanza” al “siempre fluye”

1. El triángulo del lenguaje (creencia → emoción → resultado)

  • Creencia – Cada frase repetida (“el dinero es sucio”) cristaliza una idea.

  • Emoción – Esa idea genera química: culpa, ansiedad o motivación.

  • Resultado – Actúas según esa química: inviertes, gastas o saboteas.

2. Cuatro frases asesinas (y sus hacks de abundancia)

Auto-boicot

Por qué bloquea

Nueva versión (24/7)

No puedo darme ese lujo

Refuerza carencia: tu cerebro busca pruebas de que no puedes.

“Priorizaré cómo pagarlo.”

El dinero se va rápido

Orden directa a gastar sin consciencia.

“El dinero circula y vuelve multiplicado.”

Soy mal vendedor

Anula carisma y oferta antes de abrir la boca.

“Cada conversación es una oportunidad de servir (y cobrar).”

Soy así desde siempre

Clausura el aprendizaje; excusa perfecta.

“Estoy actualizando mi forma de prosperar.”

Tip ninja: Pega la columna de la derecha en notas del celular; léela al amanecer y al dormir.

3. Micro-técnica “Stop, Switch, Stretch” (5 minutos/día)

  • Stop – Detecta la frase limitante en tiempo real.

  • Switch – Sustitúyela por su versión expansiva.

  • Stretch – Añade un plus emocional: visualiza ya logrado (+30 seg).

Ejemplo: “Esto es muy caro” → “Estoy ampliando mis fuentes de ingreso para comprarlo” → imagínate haciendo la transferencia sin sudar.

4. El experimento de 72 horas

  • Día 1: Registra TODO lo que digas sobre dinero y éxito (voz o notas).

  • Día 2: Marca en rojo las frases limitantes, en verde las potenciadoras.

  • Día 3: Re-escribe las rojas; léelas en voz alta frente al espejo 3 veces.

Resultados típicos: menos auto-crítica, más ideas monetizables, correos de clientes que “aparecen”. Coincidencia o coherencia… tú decides.

#HablaParaCobrar

Durante 7 días:

  1. Elige un gasto fijo que detestes (ej. recibo de luz).

  2. Sustituye cualquier queja por la frase: “Estoy creando el ingreso que paga mi luz con alegría.”

  3. Cada vez que la digas, aparta 1 $, 1 € o 1 peso como “prueba”.

Al final de la semana, paga una parte de la factura con ese dinero. Ancla mental completado.

Recurso

Por qué ayuda

Dónde

Libro – “Los secretos de la mente millonaria” (T. Harv Eker)

Cap. 4 desmenuza el poder de las declaraciones financieras.

Kindle / audiolibro.

Podcast – “Huberman Lab” Ep. 76

Neurociencia de afirmaciones y neuroplasticidad (min. 28-42).

Spotify / Apple.

App – ThinkUp

Crea audios con tus nuevas frases; repítelas en loop.

iOS / Android.

Haz un experimento: durante 24 horas habla solo en clave de abundancia.

Al principio te sentirás ridículo; luego notarás micro-puertas abriéndose: la idea que encaja, el cliente que responde, la oferta que aparece. No es magia—es física aplicada al verbo.

Porque en el fondo tus palabras son cheques: o rebotan… o se cobran. Cuéntame en mis redes sociales cuál frase vieja vas a jubilar esta semana.

¡Nos vemos el próximo lunes con más Pensamientos (im)Pecables!

Tu participación es clave

Recuerda que tenemos una cita en todas mis redes sociales, en mi canal de YouTube todos los domingos a las 6:30 p. m., y si todavía no has comprado mi libro La mediocridad está en oferta, ¿vas a seguir comprando?, hazlo hoy mismo en Amazon.

Edgady Aponte.